Una de las peculiaridades que se ha de notar a la hora de evaluar un caso de
ciberbullying escolar es que la agresión debe de ser repetida y no
solo un hecho aislado. El envío ocasional de mensajes no cuenta como
ciberbullying, a pesar de no ser muy placentero recibir insultos o calumnias
mediante este medio. El adolescente al momento de vivir una situación de
ciberbullying escolar se atemoriza y empieza por defenderse atacando y
respondiendo a los insultos y difamaciones, y es precisamente aquí en este punto donde el acosador o victimario siente tanto poder sobre su agredido
debido al poder que este involuntariamente le ha otorgado, de esta manera
seguirá agrediendo, ridiculizando y discriminando con mayor fuerza.
Comentarios
Publicar un comentario